Como una tarde de verano tuve sexo en la ventana.
Ya tiempo habÃa pasado más de 15 dÃas desde que mi pareja estaba de viaje. Una tarde después de una larga jornada de trabajo ya en casa, me dispuse a cambiarme y ponerme más cómoda.
Una vez en la habitación de mi apartamento, pude contemplar la hermosa tarde a través de la ventana de mi habitación, desde la cual tenia una gran vista de la ciudad y podÃa observar esos bellos atardeceres de verano en las cuales se ve el sol ocultándose.
Camine frente al espejo, despojándome de mi ropa y pude contemplar mi hermoso cuerpo y preguntarme ¿Qué hermoso cuerpo tengo?, ¿hace cuanto que no habÃa detenido tiempo en observarme y admirarme? ya habÃa pasado tiempo.
Comencé a quitarme cada la cual vestÃa, y podÃa observar como iba cayendo al suelo y sentir la tela de la ropa resbalando por mi piel, era raro ese cosquilleo de la ropa con mi piel, una actividad que hago todo los dÃas y que no habÃa sentido esa sensación antes, quizá en aquellos años de juventud.
Al acomodar mi ropa en mi closet pude observar en el fondo de mi armario, aquel juguete sexual AFRODITA que mi amiga me habÃa regalado hace un par de semanas en mi cumpleaños. Al sacarlo del fondo del armario, pude contemplar su material fresco, suave y de color vibrante.
Durante un tiempo me quede observando el juguete, pude escuchar a lo lejos el sonido del teléfono que abruptamente me sorprendió. Cuando conteste pude escuchar la voz de mi pareja, aquella voz que me hizo recordar sus besos, sus abrazos, ese tiempos que pasamos juntos.
En la conversación se escuchaba feliz, yo empecé a sentir una sensación extraña, cada palabra que salÃa de su boca podÃa sentir pequeñas vibraciones que fueron sintiendo lo mas interno de mi ser, cada palabra y frase que expresaba, yo podÃa sentir más emociones en mi, fue cuando de pronto me recosté en la cama y no pude controlarme, algo en mi que comencé a tocarme mi vulva, tocarme de una manera que no hacia desde ya hace tiempo.
Fue en ese momento que recordé que habÃa dejado mi ventana abierta y alguien podÃa observarme, pero fue tanto mi excitación y la sensación de peligro, que mi cuerpo pedÃa que no parara, continué tocándome mi vulva, mi respiración cada vez se agitaba más, podÃa oler el aroma de mi cuerpo, las vibraciones de mi corazón, todo estos sentidos reunidos en un mÃstico momento.
Mi pareja supuso lo que ocurrÃa, ya que pude notar que sus palabras se volvÃan picaras, amorosas y cada vez más atrevidas. Mis piernas temblaban de emoción, fue cuando justo a lado de mi se encontraba el juguete (AFRODITA) que me habÃa regalado mi amiga. Este juguete quien poco a o poco fui conociendo y siendo parte de mi, haciéndome disfrutar con su textura, sus vibraciones que oscilaban a un ritmo, un ritmo que poco a poco fui creciendo y vibrando al mismo tiempo dentro de mi.
No se cuanto tiempo paso, pero cuando me di cuenta, Afrodita ya me habÃa hecho vibrar y llegar al clÃmax. Desde el otro lado del teléfono mi pareja se despidió diciéndome lo mucho que me amaba y que pronto regresarÃa a casa.Â
En ese momento que me incorpore con fuerza, pude observar desde mi ventana que las cortinas de mis vecinos se cerraban, !Acaso alguien me habrá visto teniendo sexo en la ventana¡
Cada que recuerdo esta historia no puede más que sentirme hermosas y picara, al haber tenido sexo en la ventana.
Â